Elegir el alojamiento para nuestro viaje a Menorca es una decisión importante, en la que hay que tener en cuenta factores que a quien visita Menorca por primera vez se les suelen escapar. Hay que tener en cuenta que los atractivos de la isla no están concentrados en un solo lugar, o en un área determinada, con lo que no tiene sentido buscar un hotel o apartamento basándonos en su ubicación, como si fuéramos a dedicar nuestras vacaciones a disfrutar tan sólo de una playa. Esto sucede en otros destinos, pero Menorca es una isla que nos pide que la exploremos si queremos conocerla. Antes de tomar una decisión, hay que tener presentes los siguientes puntos: -Las calas vírgenes, como Macarella, Algaiarens o Cala Pregonda no están bien comunicadas por transporte público, por lo que deberemos contar con un coche, el propio o de alquiler, si queremos visitarlas, y nos veremos obligados a abandonar nuestro hotel o apartamento por la mañana temprano si queremos encontrar plazas libres en el aparcamiento de las más conocidas. -Las playas urbanas, como Punta Prima, Son Bou o Cala’n Porterno tienen nada que ver con las que ya conocen de la península: el agua es tan limpia y transparente como en cualquiera de las calas vírgenes, por lo que si viajan con niños pequeños o no desean conducir por las carreteras de la isla, los transportes públicos serán su opción para hacer excursiones a otras playas urbanizadas o pueblos de Menorca.
Antes de reservar su hotel o apartamento piensen en cómo y cuanto se van a mover por la isla: un hotel rural encantador puede ser una trampa para el que confíe en los transportes públicos, y unos apartamentos con piscina junto a una playa preciosa pero urbanizada pueden ser desaprovechados por aquellos que programan una excursión diferente para cada jornada.